Madrid refuerza seguridad por amenaza terrorista en partidos de ...

(CNN Español) -- Las fuerzas de seguridad españolas refuerzan las medidas de seguridad tras la amenaza lanzada por ISIS que apunta a los estadios en los que se celebrarán los cuartos de final de la Liga de Campeones en Madrid, señalaron a CNN fuentes policiales.

Esta amenaza, compartida en redes sociales a través de medios afines a este grupo terrorista, incluiría los estadios Santiago Bernabéu y Civitas Metropolitano de Madrid, donde se jugarán este martes y miércoles partidos de ida de esta etapa eliminatoria del torneo. Concretamente, este martes se enfrentarán el Real Madrid y el Manchester City en el Bernabéu; y el miércoles, el Atlético de Madrid y Borussia de Dortmund en el Civitas Metropolitano.

Las fuentes policiales consultadas por CNN señalan que esto no es algo excepcional, dado que entre los planes de lucha de las fuerzas de seguridad españolas contra el terrorismo se incluye el monitoreo constante de este tipo de amenazas, y ya han encontrado en otras ocasiones que los eventos que concentran a una gran cantidad de personas suelen ser un objetivo.

Además, señalan que desde el atentado perpetrado en Moscú el 22 de marzo, los terroristas están intentando mantener un clima de alarma y miedo.

Despliegue de seguridad extraordinario en Madrid

Debido a que estos dos partidos que se jugarán en jornadas consecutivas son considerados de alto riesgo, el delegado del Gobierno español en Madrid, Francisco Martín, anunció este martes que realizarán “un despliegue de seguridad extraordinario acorde al nivel de alerta determinado por los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad del Estado”.

Eso incluirá el despliegue de cerca de 1.900 efectivos de seguridad para el juego de este martes, jornada en la que se prevé la asistencia de 4.100 aficionados ingleses con entrada en un estadio en el que se darán cita 76.000 espectadores, de acuerdo con las autoridades.

El miércoles se prevé el despliegue de 1.275 efectivos de seguridad para un partido que atraerá a 3.800 aficionados alemanes con entrada, en un estadio que rozará el lleno, con 68.000 butacas vendidas.