Temas candentes cerrar

Al Sevilla se le cae la venda de los ojos

Al Sevilla se le cae la venda de los ojos
Mientras Víctor Orta, siguiendo el mandato presidencial, sigue rastreando el mercado en la búsqueda de la mejor perla futbolística de cara al futuro del Sevilla, el presente del eq

Mientras Víctor Orta, siguiendo el mandato presidencial, sigue rastreando el mercado en la búsqueda de la mejor perla futbolística de cara al futuro del Sevilla, el presente del equipo andaluz se despeña por un precipicio, cayendo a toda velocidad hacia la Segunda división. Hoy ya no creo que nadie pueda tildar esta afirmación de exagerada. De que queda mucho. Que si ojo al mercado o al nuevo entrenador de turno. Ya se han gastado todas la balas posibles y el Sevilla sigue empeñado en suicidarse sin que nadie sea capaz de ponerle remedio. Como en una pesadilla en la que te ves a ti mismo sin ser capaz de advertirte de lo que te va a suceder. La grada mira al palco; el palco, al banquillo; el banquillo, a los jugadores; y los jugadores...nuevamente a la grada. Sin saber explicar qué les está ocurriendo. Como si el no saber defender córners al primer palo fuese culpa del destino, no de una falta alarmante de trabajo, concentración e incluso determinación. Un grupo de jugadores, muchos de ellos con las estanterías repletas de trofeos, que han olvidado que con el nombre que aparece detrás de su camiseta (el amor al escudo lo tienen realmente cuatro) no se le gana a nadie. Cada uno hace la guerra por su cuenta, tratando de colgarse no se qué mierda de medalla. Antes de rematar un córner en área rival para celebrar un gol, Sergio Ramos debería entender e imponerse en los de área propia; u Ocampos entender que jamás se ha ido de cuatro defensores, ni de rebote, desgastándose en presiones inútiles; Suso, que la jugada acaba mejor cuando no hace la que le pide el cuerpo, que es la de no levantar la cabeza; a Dmitrovic habría que recordarle que el portero puede tocar la pelota con las manos fuera del área pequeña; mientras Rakitic, ¡ay Rakitic!, que con la ojana ya no le vale para engañar en los días que se pasea por un campo de fútbol. Pitada merecidísima. No está ni se le espera. Y aquí el entrenador debe dejar de hacer como un observador extranjero en tiempos de guerra e intervenir con mano de hierro. Se le ha contratado para salvar al Sevilla, no para enumerar los males que todos vemos desde inicios de curso. O, mejor, según han ido pasando las jornadas, ya que el equipo ha ido perdiendo esencia con esos cambios temerarios en el banquillo. Porque por lo visto había que dejar "el sello" personal en el proyecto. El nuevo presidente. El nuevo director deportivo. El sursuncorda. Y el único sello que ha cogido forma es el que marca el camino, como los peregrinos a Santiago, pero con la flecha hacia abajo. Descenso. Mientras, se juega en pensar en un equipo para dentro de dos temporadas. Alucinante.

Ha tardado un poco más en caer a venda de los ojos en Nervión. Porque por segundo año se vivía una situación parecida. Aún existe quien piensa que se puede levantar la Copa del Rey y cambiar el signo de la temporada, como ocurriese con el milagro de la Europa League. Eso en un equipo que ha encajado diez derrotas en 20 partidos de Liga y lleva tres meses y medio sin ganas en su estadio. El imaginario colectivo futbolístico da para mucho. Pocas veces se tienen los pies en el suelo. Y cuando se posan, ya es tarde. No hablo únicamente del hincha, lo que es más preocupante. La derrota frente al Alavés, por cómo se produjo, despertó de un sueño atolondrado al más optimista. Este Sevilla no va a ser capaz de resistir en Primera. Su puntuación es menor que en su último descenso del pasado siglo. Con un equipo, por nombres y nóminas, cien veces mejor. Y con cien veces menos de amor propio, todo sea dicho. A Quique hay que pedirle desde ya medidas urgentes. Que saque del equipo a quien no sume en el apartado físico. Si no es con fútbol, este Sevilla debe ganar desde el barro. La pelea. La energía. El deseo. Sólo con diez minutos de arrebato fue capaz de igualar ante el conjunto vitoriano. Pero, claro, debería haber alguien que se sentarse con Quique. Digo alguien que vea más allá de su propia sombra. De su propio ego. Cuando alejas la élite de tu círculo, porque siempre molesta quien te diga que te has equivocado o qué camino es el incorrecto, no eres capaz de encontrar la solución. Es como creerte tus propias mentiras, esas que dices en tu burbuja pero que te avergüenza comentar en público. El Sevilla del compadreo; del sí, guana; del sueldazo Nescafé por arrimarse al sol que más calienta; del te quito las invitaciones al palco porque no eres de mi cuerda; o de la preocupación por quién hace o deshace los bocatas del infantil... E imagino el encargo de un cuadro a todo color para el antepalco. Con una Europa League al menos. Mejor estrenarlo antes del posible descenso, que ese sello si que no se puede borrar.

Lo mejor es que seguiremos escuchando y leyendo que con esta herencia poco se podía hacer. Que el culpable salió huyendo. Como si sólo fichase. Qué ingenuidad y memoria más selectiva. Y, encima, hay profesionales que también colaboran en este desastre, pérdida de identidad (e integridad) y exigencia. Me sorprende ver como habituales aplaudidores señalan que la afición del Sevilla no protesta enérgicamente. O como otros han comprado ese relato de culpabilidad única. El sevillista parece haber asumido su destino. Cada vez que la lía en dos partidos consecutivos, se cesa al entrenador. Se ha demostrado que no es la fórmula de la Coca-Cola. Más bien lo contrario. Se va de mal en peor. ¿Entonces? El Sánchez-Pizjuán, por dolido que esté, es el único asidero al que se puede agarrar el Sevilla para mantener la categoría. Que apriete hasta que le duelan las manos y las gargantas. Recuperar esa comunión del manicomio. Ese gol desde la grada. Ese amor real por el escudo. Ese llanto desconsolado si sucede lo peor. Que de un descenso no se nace desde cero, sino desde menos mil. Y a partir de ahí, el fútbol está lleno de historias de clubes ruinosos caídos en desgracia. Lo único que me sorprende, entre los accionistas que mandan, que ninguno sea capaz de levantar la voz cuando les van a cerrar el chiringuito. Siempre lo pueden poner en Se traspasa. Como quisieron en su día. Como muchos desean. Señalando al demonio de Del Nido Benavente. Como en política con algunos partidos para que apoyes a quien te sigue esquilmando. Que nadie dé lecciones de sevillismo cuando ocurra, ni venda como gran gesto el paso al lado. El Sevilla es un modo de vida para la mayoría y un modo de ganarse la vida de unos pocos. No sólo los que dirigen, sino los que revolotean aconsejando a su lado sin saber si al fútbol se juega con las manos o los pies. Lo demuestran sus colores. El Sevilla ve llegar su fatal destino agachando la cabeza y entrecerrando los ojos. Como quien va a recibir un golpe inevitable. Esa rebeldía, mil veces vista en contextos más hermosos, hace falta hoy más que nunca. De la plantilla, el cuerpo técnico y, sobre todo, la afición. Ya está. No espero nada de quien nada debo esperar.

Noticias similares
Archivo de noticias
  • Burnley Wolves
    Burnley Wolves
    Burnley vs Wolves HOY EN-DIRECTO. Raúl Jiménez J34 Premier League 2022
    24 Abr 2022
    2
  • Pumas vs Toluca
    Pumas vs Toluca
    Pumas vs Toluca en vivo: Liga MX, Clausura 2023 hoy en directo
    18 Ago 2023
    2
  • Alberto Otárola
    Alberto Otárola
    Otárola: renuncia el primer ministro de Perú tras la difusión de un ...
    5 Mar 2024
    5
  • Bomba de infusión
    Bomba de infusión
    La resonancia magnética Compatibles con Bombas de Infusión IV de Mercado Paisaje de Clientes
    19 May 2022
    2
  • Houston Astros
    Houston Astros
    José Urquidy obtuvo su primera victoria en los juegos de pretemporada
    4 Mar 2024
    4